La comida era abundante por lo que decidí hacer de postre una digestiva tarta de limón. Además, el cumpleaños era de mi chico, así que le puse un toque de amor 😉
Como todas las tartas con decoración en fondant, es preferible que las figuritas las hagamos con antelación uno o dos días antes por cuestiones de tiempo. Pueden guardarse perfectamente en un tupper, aunque si vamos a guardar varias en el mismo, es importante envolverlas con film transparente para que no se peguen unas con otras. Debemos tener cuidado y asegurarnos que no tendrá humedad, pues si no, se desharán. En esta ocasión, sólo llevaba dos corazones, que coloqué justo antes de sacarla a escena, ya que el fondant se deshace en contacto con agua o humedad.
La tarta lleva una base de bizcocho genovés, almíbar de limón (compuesto únicamente por agua, azúcar y la parte amarilla de piel de un limón) y dos capas de mousse de limón. La cobertura es de crema de limón. Para asegurarme la densidad de ésta última, he hidratado 4 hojas de gelatina y las he añadido nada más retirar la crema del fuego mientras removía con las varillas. Es fácil seguir el montaje de la base si seguimos estos pasos.
Un truco para echar la cobertura es poner la tarta sobre un vaso y, debajo, una bandeja para recoger la cobertura sobrante.
Tras cubrirla de crema de limón, la metí en la nevera para que solidificara.

Por último, utilicé para la decoración exterior de los laterales la misma mousse de limón.

Este fue el resultado con los corazones. Para la boca utilicé un tubo de chocolate especial para decoración (este es el único que llevaba lactosa)
Estaba de vicio.
Si te gusta nuestra receta puedes compartirla en tus redes y puntuarnos.
Si quieres estar al tanto de las futuras recetas y trucos, síguenos 😉
Un comentario en “Tarta de limón”