Hoy hemos celebrado el 91 cumpleaños de Emilio, que quería una tarta digestiva. Como la de limón ya la habíamos hecho, he decidido hacer una de lima. Ha quedado espectacular y es muy sencilla. ¡Animaos con ella!
Ingredientes (8 raciones)
Relleno
600 ml de nata para montar *
500 ml de leche condensada *
90 gr de queso philadelphia *
150 ml de zumo de lima (3 limas aproximadamente)
7 hojas de gelatina neutra
Decoración
400 ml de nata para montar *
60 gr de queso philadelphia *
ralladura de 1 lima
80 gr de azúcar glas o impalpable
1 cucharadita de cremor tártaro (opcional)
1 cucharadita de azúcar vainillado (opcional)
Nota *: yo utilizo sin lactosa.
Preparación
En primer lugar preparamos la leche condensada si no la hemos comprado hecha.
Preparamos la canastilla de base de galleta.
Es el momento de comenzar con el relleno.
Montamos 500 ml de nata (reservamos 100ml para diluir las hojas de gelatina) con el queso philadelphia y la reservamos en la nevera.
Introducimos las hojas de gelatina en un bol con agua muy fría para que se hidraten durante 5 minutos.
Exprimimos las 3 limas y mezclamos el zumo con la leche condensada.
Metemos los 100 ml restantes de nata en un bol y lo llevamos a ebullición en el microondas. Cuando veamos que hierve, sacamos del microondas, escurrimos las hojas de gelatina y las introducimos en el bol para que se disuelvan.
Una vez disueltas, mezclamos con ayuda de las varillas (con las que hemos montado la nata) con el zumo de lima y la leche condensada durante 20 segundos.
Incorporamos esta mezcla a la nata montada con movimientos envolventes (círculos verticales) para no bajar la nata.
Una vez mezclado, vertemos el contenido en la canastilla de galleta e introducimos en el frigorífico cubierto con film transparente durante un mínimo de 5 horas.

Una vez pasado el tiempo de reposo, ya podemos decorar la tarta. Para ello, montaremos los 400 ml de nata con el queso, el cremor tártaro, el azúcar glas y el azúcar vainillado. Tanto el queso como el cremor tártaro aportarán firmeza a nuestra nata montada.
Con ayuda de una manga pastelera y boquilla lisa, procederemos a decorar el centro de la superficie superior de la tarta.
Finalmente, lavamos y secamos la lima, y la rallamos sobre la nata dejando que caigan virutas.
¡Ya sólo con el olor se delata! Menuda tarta rica de lima 😛

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Jajaja, gustó mucho, sí 🙂 Me alegro que te guste a ti también.
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