Estos panecillos son poco agraciados y presentan una miga muy compacta. Ideales para rebanar, tostar y servir en forma de tapa acompañando alguna delicia.

Ingredientes (8 panecillos)

200 gr de harina de garbanzo

300 gr de harina de maíz

325 ml de agua (para la masa)

1 sobre de levadura de panadería sin gluten

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de sal y media

1 cucharada de aceite de girasol (para el amasado)

3 cucharadas de harina de maíz (para el amasado)

1 vaso de agua (para el horneado)

Preparación

Colocamos en un bol grande las harinas, la levadura, el azúcar y la sal. Movemos con un tenedor para que se mezclen muy bien.

Calentamos el agua para la masa en el microondas (en un par de vasos). Interesa que esté calentito, pero que no queme.

Hacemos una especie de volcán con los ingredientes que tenemos en el bol, formando un agujero en el centro. Volcamos el agua en el bol y empezamos a mezclar en el mismo bol.

Ponemos la harina para el amasado en la encimera y la extendemos con la mano.

En cuanto el agua se haya mezclado, volcamos la mezcla sobre la harina y empezamos a amasar hasta que veamos que se forma una bola más o menos homogénea. Es bastante rápido; 1 o 2 minutos es suficiente.

En otro lado de la encimera ponemos el aceite de girasol y lo extendemos con a mano. Ponemos la masa encima y amasamos hasta que absorba el aceite.

Metemos la masa de nuevo el bol; tapamos con film transparente y un trapo de cocina. Esperamos a que doble su tamaño (30 minutos aproximadamente).

Pasado este tiempo, dividimos la masa en 8 panecillos (o 4 panes un poco mayores) sobre la encimera enharinada y esperamos otros 20 minutos con los panecillos cubiertos por film y un paño de cocina.

Mientras preparamos una bandeja de horno con papel de hornear. Pasado el tiempo indicado, damos forma con cuidado a los trozos de masa; para ello podemos rodar hacia delante y atrás cada trozo sobre la encimera enharinada o aplastar otros un poco. Los colocamos en la bandeja con el papel de hornear.

Tapamos con el film transparente y el paño. Dejamos en reposo 45 minutos (ó 30 min si la temperatura ambiente es elevada).

Cuando queden 15 minutos encendemos el horno (250 grados, arriba y abajo) con una bandeja y una bandeja de rejilla dentro. La bandeja normal estará situada en el nivel que está más bajo. La bandeja de rejilla estará justo en el siguiente nivel.

Pasado este tiempo, hacemos cortes en los panecillos con un cuchillo.

Calentamos un vaso de agua en el microondas.

Metemos en el horno a 230 grados de 15 a 20 minutos en la bandeja de rejilla. En la bandeja inferior echaremos el agua caliente del vaso (cuidado que evaporará muy rápido y nos puede quemar) y cerramos el horno inmediatamente para que retenga el vapor.

Si vemos que se tuesta muy rápido el pan, podemos bajar la temperatura a 200 grados.

Pasado el tiempo indicado, sacamos del horno y colocamos los panecillos encima de una rejilla para que respire toda su superficie y esté crujiente.

Por cierto, la mejor forma de conservarlos es envueltos en tela. Suelo utilizar una servilleta de tela en una cestita de mimbre

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