Esta receta la hice por primera vez el verano pasado y mis comensales quedaron encantados. Pienso que la guarnición del plato esconde el interés que ha puesto el cocinero y si ha utilizado, o no, el ingrediente secreto.
Con los champiñones nunca he tenido un amor a primera «cata», pero hace pocos años, comenzó a conquistarme su sabor, así que decidí prepararlos en guarnición de un solomillo de cerdo.
El resultado; espectacular.